La Justicia chilena aprobó este jueves investigar la muerte del poeta Pablo Neruda, en respuesta a la solicitud presentada por el Partido Comunista (PC) de Chile, que alega que el Premio Nobel pudo ser otra de las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y no haber muerto de cáncer, como afirman los documentos oficiales.
La decisión de aprobar la investigación fue tomada por el juez Mario
Carroza, quien afirmó que “acogió a trámite” la querella planteada el
martes por el PC chileno, del que Neruda era militante, tras la denuncia
que realizó su ex chofer, Manuel Araya, quien asegura que Neruda fue
asesinado.
Araya, de 65 años, confirmó haber estado con Neruda hasta horas antes
de su muerte, y ante su cercanía con el escritor, atribuyó su
fallecimiento a un pinchazo en el estómago de una sustancia extraña que
agravó de forma fulminante el cáncer de próstata que aquejaba al poeta.
Luego del testimonio presentado, el juez Carroza ordenó interrogar a
Araya e incautar el certificado de defunción de Neruda, de acuerdo a
medios de prensa chilenos.
La versión de Araya fue refutada por la fundación que administra la
obra del poeta, pero cobró fuerza luego de las declaraciones del ex
embajador de México en Chile, Gonzalo Martínez, quien estuvo con Neruda
pocos días antes de morir, ya que gestionaba su asilo en la capital
mexicana.
“No vi gran diferencia en él entre los primeros días que lo conocí y
los últimos que lo visité en el hospital. Lo conocí ya como un hombre
enfermo, pero no llegó a estar en los huesos ni catatónico”, relató
Martínez.
El pasado martes, el presidente del PC, Guillermo Teillier, junto a
integrantes de la bancada comunista en la Cámara de Diputados y
representantes de organizaciones de derechos humanos, formalizaron la
querella judicial interesados en una investigación que eche luz sobre la
muerte de Neruda.
Al presentarla, Teillier consideró un deber moral del PC exigir la
verdad sobre la muerte del poeta, que, además, fue militante del partido
y destacado representante político del Gobierno de la Unidad Popular de
Salvador Allende (1970-1973).
Luego del permiso otorgado este jueves, el abogado Querellante,
Eduardo Contreras, expresó a teleSUR que estas declaraciones y el hecho
de ordenar de inmediato la investigación demuestra “una voluntad de
tratar de acercarnos a conocer la verdad”.
“Hay contradicciones en todas las aceras pero el poder judicial se
está acercando mucho más en el rol de su papel en los últimos años”,
expresó el letrado.
Según la versión oficial, la muerte de Neruda, ocurrida el 23 de
septiembre de 1973, en la clínica Santa María de Santiago (capital), fue
a consecuencia de un cáncer de próstata.
Aunque la fundación Pablo Neruda manifestó sus reparos a la decisión
judicial de iniciar una investigación en torno a la muerte del poeta,
gran parte de la población chilena e inclusive familiares, han exigido
la verificación del hecho.
Entre las pruebas a aplicar para determinar los resultados del
fallecimiento, Contreras aseguró la posibilidad de una exhumación.
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